Paralela

He vuelto, he vuelto y para quedarme. 

Tan especial como fugaz, tan intenso como inmenso, así cada uno de los días desde que desaparecí hasta hoy que me pasé por aquí y me autoconvencí de que jamás me volvería a ir. 

Espacios, ajenos al mundo entero, donde solo tus pies se mueven sin parar, tu cabeza gira en otra realidad y tus pasos empiezan a ser agigantados. Éxtasis de vida, sobredosis de paz y fugaces historias para nunca dejar de contar. Dueña del mar en un barco sin timón ni capitán, donde el sol sale por donde tú quieres y se va cuando quieres la luna colgar. Donde tú dibujas el arcoíris y los cielos que respirar, apartas y atraes los rayos de luz, que tanto te están haciendo brillar, porque no puedes dejar de bailar. 

Nunca creí en otras vidas, hasta que me topé con esta realidad, aquella que vino sin avisar, pero de la que me hice dueña sin pensar en nadie más.  Un deseo no cambia nada, pero una decisión lo cambia todo. Imparable como la fuerza de voluntad y el tesón de cada día al despertar, indestructible como aquella manada de aullidos a la luz de luna cuando empecé a llorar de pura felicidad. 

Paralela, así la definen algunos, realidad paralela. Para mí, estado de plenitud con el cielo, la tierra y el mar, donde nada puede ir mal, y si va, siempre serás capaz de ganar sin dejar de bailar. 

He vuelto, he vuelto y para quedarme, de nada servía no compartir esta realidad con quienes me han seguido desde que empecé a volar. 

GRACIAS