Hay lunes...

Hay lunes que no parecen lunes, ¿os ha pasado alguna vez?

Hay lunes que parecen viernes o sábados, donde la euforia se hace eco de todas las dimensiones de nuestro estado de ánimo y donde la puesta de sol deja de solo brillar para hacernos alucinar. 

Hay lunes que pasan de largo y otros que pasan sigilosos, pero dejando una estela en el camino, quizás en vuestros corazones o en vuestra razón, sea como fuere, pasa y lo hace en silencio, al compás de la música que el chico empieza a tocar en bucle, sentado debajo de uno de los leones y deleitando a los espectadores con esos dulces, suaves y sutiles acordes que nacen poco a poco de su ya estrenada guitarra. 

Hay lunes que te fijan en lo más profundo del alma un pósit de color verde esperanza donde se puede leer entre líneas : ¡ ... la consigue ! y que al segundo dibuja una suave sonrisa en el frío rostro que yace bajo un atardecer de invierno, en uno de los rincones más mágicos de Madrid.

Hay lunes que pasan ante ti, sí, sin armar bullicio, dejando a todo el personal anonadado al ritmo de la música que emana del cielo por culpa de las aves que planean sobre nuestros pequeños susurros y sobre la estela que se dibuja en el agua y que al final se acaba rompiendo en cientos de miles de colores.

Hay lunes...