un mediodía de sol
podría tirarme la vida entera así, escribiendo cada paso, cada emoción, cada inquietud. . .y así sería.
Tenemos valiosos tesoros en ésta nuestra vida y tenemos rincones donde guardarlos. Siempre fui y reconozco la despistada de la familia, tal vez, demasiado segura siempre he estado de que todo saldría bien y si salía mal me consolaba con la idea de que así debía de ser.
Siempre me vi protegida, nunca tuve miedo de nada ni de nadie, a fin de cuentas el "MIEDO" no existe.
Hacía lo que quería, cuando quería y donde quería, porque nunca quise nada que sobrepasase los límites que por ser hijos nos corresponden. Fui conformista, nunca quise más, siempre sabía que si algo más debía llegar...llegaría por sí mismo, quizás como resultado de esfuerzo, constancia y dedicación.
Nunca vi perdida ninguna batalla, solo eran pequeñas derrotas que me enseñarían a alzarme con la verdadera victoria, a día de hoy no me he alzado con la victoria más importante de todas las batallas que han ido sucediendo en mi vida, pero un mediodía de sol prometí algo, y no hay nada más bonito que no olvidarse de las promesas y cumplirlas. ; )
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