Petricor
El cielo se partía mientras andábamos enredados en presente, pasado y futuro. El cielo se enfurecía y nos gritaba la huida, pero ahí seguíamos, amando el petricor de las tardes de verano que volvían para recordarnos que la hora de llegada o de partida había llegado. Nunca supe cual de ellas fue, solo sé que...
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